Te voy a hablar de las personas egoístas aunque saben
que te van a hacer daño, entran en tu vida para probarte,
porque eres el tipo de persona que no quieren dejar
pasar brillas demasiado como para no darse cuenta así
que cuando han echado un vistazo a todo aquello que
tienes que
ofrecer. cuando se han llevado con ellos tu piel tu
pelo tus secretos, cuando se dan cuenta de lo real
que es esto la tormenta que eres y esto les da de frente
es entonces cuando aparece la cobardía cuando las
personas que pensabas que eran se sustituyen por la
tristeza de lo que son en realidad cuando pierden cada
hueso luchador de su cuerpo y se van después de decir
encontrarás a alguien mejor que yo.
te quedarás ahí desnudo con la mitad de ellas escondida
en algún lugar dentro de ti y llorarás preguntándoles por
qué lo hicieron, por qué te obligaron a quererlas cuando
no tenían intención de corresponderte y dirán algo como
tenía que intentarlo tenía que darle una oportunidad.
fuiste tú, después de todo
pero eso no es romántico, no es dulce, el hecho de que tu
existencia las anulara tanto que tuvieran que arriesgarse
a romperla sólo para no ser las únicas en quedarse fuera
tu existencia no significó nada al lado de la curiosidad
que les despiertas
esto es lo que pasa con las personas egoístas, apuestan
todo un ser toda un alma para complacerse a sí mismos
en un segundo te abrazan como si tuvieran el mundo
en su regazo y al siguiente te rebajan a una simple
fotografía, a un momento a algo del pasado un segundo
te engullen y susurran que quieren pasar el resto de su
vida contigo pero cuando sienten miedo ya están de
camino a la puerta. sin tener el valor de irse con
elegancia como si el corazón humano no significara nada
para ellas
y después de todo esto después de lo que se llevan del
valor es triste y gracioso ver cómo la gente tiene más
agallas para desvestirte con las manos que para coger
el teléfono y llamar disculparse por la pérdida o verte a la cara
y así es
como las pierdes
No hay comentarios:
Publicar un comentario